Pues
sí, hay días en los que mandarías todo a la mierda, pero los principios de uno
mismo, deben poder con eso y con más, no se trata de convenceros, se trata de
convencerme, de eliminar esas pequeñas dudas y mirar hacia el frente con
optimismo. Cada día soy más amigo de la paciencia, más amigo de mis propias
convicciones, más amigo de los retos que se plantean cada día.
Porque
por más gris que sea un día, hay mil razones para verlo de colores, se trata de
creer en uno mismo y de tirar para delante. A caso, ¿creíais que mi vida es de
color de rosas? Ya os informo de que no, pero también está bien, verse en una
situación menos cómoda y darlo todo de ti.
Os aseguro que confiar es mucho mejor que esforzarse. Si bien, los resultados
dependen de uno mismo gracias a su dedicación y esfuerzo continuo, os aseguro
de que ese voto de confianza se siembra la semilla de saberse capaz. Vaya cosa.
Sin este elemento, simplemente deambulamos en estado zombi por el mundo cargando
una piedra de potencial.
Cuando
alguien te entrega su absoluta confianza con los ojos cerrados, simplemente
saca lo mejor de ti, te reafirma; te permite ver capacidades en ti que ni tú
mismo conocías. Como si la persona te diera un par de alas para ser como en
realidad quieres o sueñas ser. Nunca dejes de creer en tus sueños. Y una cosa
más, antes de acostarte, mira al cielo y disfruta de las estrellas... ¡Buenas noches! :-)
No hay comentarios:
Publicar un comentario