Hoy quiero amarte. Con tus defectos, con tus virtudes, con
tus caricias, con todo tu ser. Hoy quiero amarte y quiero sentirte a mi lado
como siempre has estado. Hace dos noches que en silencio y antes de dormir fui
consciente de un hecho, la importancia que tú tienes en mi vida, porque mi amor
es sincero y si no se ha ido en veintiséis años es porque tiene y siente
razones para seguir viviendo.
Hoy te amo y mi amor crece cada día más. Con llantos, con
suspiros, con tristeza, con felicidad. Así te amo, más allá de lo físico, más
allá de lo humano. Así te amo, rozando la perfección, sabiendo que de una u
otra siempre estarás acompañándome. Iluminando mi senda y enseñándome el camino.
Hay tantas cosas que no te dicho, tantas cosas que nos quedan
por vivir, tantos retos en los que espero ésta vida te deje acompañarme que
faltan palabras para describir lo que siento.
Y poco a poco voy entendiendo que el amor no se puede
definir, ni describir porque cada amor es especial, único, perfecto y el sólo
hecho de sentir amor me hace ser mejor cada día. Te amo y no dejaré de hacerlo,
porque a pesar de todo, hoy y siempre serás mi mama querida.
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