@javieraragon Me dicen por algunos mensajes privados que porque ayudar a una de las primeras potencias mundiales, yo leo sus mensajes y prometo que reflexiono, medito y pienso que, no se trata de ayudar a una potencia mundial o a un país subdesarrollado, creo que ese no puede ser el concepto, no puedo creer que algunas personas me intenten hacer ver que quien más tiene, ya solo por eso no debe ser ayudado. Todos somos necesarios y necesitamos ayuda en momentos determinados y si son de esta magnitud sea cual sea la causa, y sea cual sea la nación, yo sinceramente creo que solo queda actuar y ayudar.

Me hablan que en Haití sigue necesitándose ayuda, claro y en otro medio mundo y es cierto, afirman que Japón es la sociedad más preparada para catástrofes en este momento, pero eso no da lugar a que por parte de la acción internacional no hubiera habido respuesta, por mucho que sea una de las mayores potencias. Los japoneses no tienen muchas opciones del dónde, pero sí del cómo, y son de las sociedades más preparadas para un problema sísmico o nuclear, que debe ser encarado de manera preventiva, aunque ante un tsunami o una explosión nuclear no hay construcciones sismorresistentes ni superjaponeses que resistan una radiación tan elevada. Han evacuado por el momento a más de 150.000 personas, por favor pararos a pensar en eso! En sus necesidades, en donde estarán? o en, ¿Cómo estarán? Con replicas bestiales desde el viernes...

Reflexiono de nuevo y lógicamente me informo de los avances y vuelvo a pensar que es terrible. Y claro veo además como están otros países que pasaron por algo parecido no hace tanto tiempo y tiemblo, tiemblo porqué no puedo imaginar, o tal vez sea porque no quiero imaginar.

Como les contaba a unas personas ayer tarde, recuerdo con intensidad una conferencia de Al Gore, le escuche decir algo con mucho sentido. Él, exploro el modo en que funcionan los partidos políticos en el mundo (...), Y por otro lado las necesidades básicas de una persona en cualquier parte del mundo con equivalencias a poder económico, social y político del país. A pesar de ello, y de haber sido político durante muchos años, dijo algo con realidad y firmeza, (los políticos y sus partidos tienden a mirar hacia otros lados frente a posibilitar ciertos canales de control y hacer operativas sostenibles para todos.)

Eso me dejo claro que las soluciones están ahí, existen, el problema se basa en querer utilizar esas herramientas disponibles para el bien global. Como dijeron en una cumbre de 1997, el hambre es resultado de las reestructuraciones en favor del libre Mercado de la economía global...

No podemos tal solo imaginar que el número de personas que pasan hambre a diario sea de 1.400 millones. De que un niño o niña muera en el mundo cada 6 segundos por no poder comer, pero si podemos imaginar y ser conscientes de que por menos de 50 euros se le pueda salvar la vida a un niño. Este es un hecho terrible.

Para mi entender, una Consecuencia directa del Conflicto Monetario sin duda..., que genera baja de los ingresos y trae como efectos una alta medida de desempleo; esto a su vez comprime el acceso de los pobres a alimentarse, y si encima ha esto es sumado la imposibilidad de acceso a los mismos porque no los producen ni los pueden pagar el resultado es catastrófico.

No hay duda de que Japón es fuerte y saldrá de esta, pero la cosa es sería, y así lo ha declarado hoy su primer ministro, Naoto Kan, que ha pedido unidad a sus conciudadanos para afrontar las graves consecuencias de la catástrofe y ha asegurado que esta crisis es la peor que están viviendo y vivirán desde la II Guerra Mundial.

Esto me lleva a pensar sobre el presente, sobre el mundo en el que vivimos, sobre como vivimos, sobre como nos comportamos, sobre lo que pasa a nuestro alrededor. Y sobre todo y más importante sobre las posibilidades que tenemos en el presente. Estamos en un momento duro a nivel global, en una recesión persistente todavía a mí entender y algo es seguro, hasta la mayor potencia mundial notará algo así.

La Humanidad está marchando hacia una crisis económica y social de una escala sin precedentes que está conduciendo hacia un rápido empobrecimiento a amplios sectores de la población mundial. Hay economías nacionales colapsando, hay desempleo rampante. Hay erupciones de hambre en el África Subsahariana, en el sur de Asia, y en parte de América Latina. Esta “globalización de la pobreza”, que ha tenido por consecuencia una dramática reversión de los logros conseguidos durante el período de la descolonización de después del fin de la segunda guerra mundial, comenzó con la crisis de la deuda, a principios de 1980 y con la imposición de las letales reformas económicas del Fondo Monetario Internacional.

El Nuevo Orden Mundial se alimenta de pobreza humana y de destrucción del medio ambiente. Genera apartheid social, alienta el racismo y las discordias étnicas, socava los derechos de las mujeres y a menudo hunde los países en confrontaciones destructivas entre distintos nacionalismos que los integran. Desde 1990 extendió su alcance a todas las grandes regiones del mundo, incluyendo Norteamérica, Europa Occidental, los países del antiguo bloque soviético y los nuevos países industrializaos (NICs por las siglas en ingles) del sudeste asiático y del Lejano Oriente.

Esta crisis mundial es más devastadora que la gran Depresión de los años 30’. Tiene muchas más implicaciones geopolíticas; dislocaciones económicas han acompañado el inicio de guerras regionales, la fractura de sociedades nacionales y en algunos casos la destrucción de países enteros. Esta es, por lejos, la crisis económica más seria de la historia moderna.

El hambre es resultado de las reestructuraciones en favor del “libre Mercado” de la economía global, proceso que tiene sus raíces en la crisis de la deuda de comienzos de 1980. No es un fenómeno reciente como pretenden sugerirlo muchos informes de la prensa occidental. Pobreza y desnutrición crónica son condiciones preexistentes. Los aumentos recientes en los precios de la alimentación han exacerbado y agravado la crisis alimentaria. Golpean muy duro en las poblaciones empobrecidas que apenas si tienen los medios para sobrevivir.

Los problemas han irrumpido casi simultáneamente en todas partes:

Busco en Google y salen varios cientos resultados.

El precio de los alimentos en Haití subió un promedio de más 40% en menos de un año después del terremoto, con los de primera necesidad como el arroz, duplicándose…

En Bangladesh (a fines de abril 2008) unos 20 mil trabajadores textiles tomaron las calles para denunciar el aumento de los precios de los alimentos y para demandar aumento de salarios. El precio del arroz se duplicó en el último año, amenazando a los trabajadores, que ganan salarios de solo 25 dólares.

En Egipto las protestas de 2008 terminaron con dos muertos, cientos de arrestados, policías en las fábricas…. Los alimentos subieron un 40%.

A principios del año 2008 en Costa de Marfil, miles de personas marcharon hacia la casa del presidente Laurent Gbagbo cantando “tenemos hambre” y “la vida es demasiado cara, nos están matando”.

Demostraciones similares, huelgas y enfrentamientos tuvieron lugar en Bolivia, Perú, Mexico, Indonesia, Filipinas, Pakistan, Uzbekistan, Tailandia, Yemen, Etiopia, y a través de la mayor parte del Africa sub-Sahariana y esto son solo algunos ejemplos...

@FAOnoticiasFAO-Noticias en ALC

Los #precios de los #alimentos a nivel#mundial subieron por octavo mes consecutivo. Según la #FAO http://ow.ly/47fcP

3 mar vía HootSuite Favorito Retwittear Responder

Podemos entender con respecto de la realidad internacional, que la obligación de solidaridad es tan imperativa entre naciones como lo es entre individuos, dado que el campo de influencia de una solidaridad entre pueblos es mucho mayor, y las diferencias, sobre todo económicas, impiden la búsqueda libre del bien común en las naciones llamadas del tercer mundo, que están en vías de desarrollo. «En el ámbito de las relaciones entre los pueblos, la solidaridad exige (…) que disminuyan las terribles diferencias entre los países en el tenor de vida». De esta manera la solidaridad, fundamentada en la igualdad radical de las naciones, ha de inclinarse en una lucha constante por lograr también la igualdad en condiciones sociales y económicas, para hacer desaparecer la subordinación material de unos países ante otros: que la igualdad entre naciones no sea sólo substancial, sino también material.

La solidaridad debe ser verdadera, tangible, cierta. Debe ser activa, perseverante, constante. «No es posible confundirla con un vago sentimiento de malestar ante la desgracia de los demás. (…) La solidaridad, en el compromiso del hombre y de la mujer, es un servicio a aquellos cuyas vidas y destinos están ligados estrechamente entre sí». La solidaridad es entrega y, por tanto, diametralmente opuesta al deseo egoísta, que impide el verdadero desarrollo.

Oponerse a la solidaridad es oponerse a la naturaleza social del hombre, y equivale a afirmar que uno es autosuficiente, que no necesita de otros, que los otros no le merezcan, que no le deba nada a nadie. No escuchar el llamado a la solidaridad es una acción que desvirtúa al ser humano para convertirlo en un ser solitario, egoísta; fuera de la realidad; lejano de los otros hombres, profuso para exigir, pobre para ofrecer.

Querer olvidar la solidaridad y observar con los brazos cruzados las necesidades de los que nos rodean es un síntoma de un profundo egoísmo, una irreparable ceguera o una asombrosa ingratitud.

En fin, cerrando por esta ocasión, solo espero que Japón salga de esto lo mejor posible y con la mayor rapidez intenten volver a la normalidad dentro de lo posible. Hasta otra! =:)

EVENTO EN FACEBOOK: Ayuda para Japón (Ellos nos necesitan)